Recuerdos que no ocurrieron I

Caía una noche helada de esas que invernan aquella zona de la ciudad, siempre a contracorriente con el clima de la región, la acababa de conocer luego de que su novio me la presentara, ella era todavía más maravillosa a como él me había contado. Aún hablaba yo con hombres y aún era yo heterosexual. Su novio era un hombre homosexual de esos con los que andan las feministas cuando ellas no quieren todavía ser lesbianas y ella era una lesbiana de esas que gritan ser lesbianas a cada paso pero parecen no saberlo. ¿Han estado con una compañera que sonríe con cascabeles a su alrededor como de escena triunfal? Ella es así con su humor e inteligencia mezcladas en ritmos perfectos. Esa noche ella y yo no estábamos solas, él quería participar y finalmente dormimos en sitios separados. Pasaron los años y llegamos a trabajar juntas en épocas distintas y en vidas distintas. La volví a ver no hace tanto, platicamos apenas un par de minutos o quizá fue una hora, sigue con esa energía lésbica que se niega a reconocer, pero por fin lo dejó a él. También conocí a su hija, una niña amazona de la zona fría de la Ciudad. ¿Saben de dónde vienen las niñas amazonas? De madres que están a punto de saber que son lesbianas.

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