Cada generación de mujeres es obligada (con mucha coerción) a creer que podrán (con «amor e inteligencia») sensibilizar, educar y cambiar a los hombres. ¿Se imaginan? Hombres que durante los últimos cinco mil años han depredado mujeres, asesinado mujeres, violado mujeres, torturado mujeres, despojado las tierras de las mujeres, tratado y vendido mujeres, que se educan unos a otros para seguir exterminando mujeres porque son dueños de este sistema…¿en serio creen que los van a «rehabilitar» en una o varias generaciones luego de cinco mil años? ¿No nos hace sospechar la esperanza desbordada en ellos en la que fuimos educadas? ¿No nos hace sospechar ese sujeto hi-po-té-tico que estamos esperando como quien espera a su príncipe azul? ¿No? En esos mismos miles de años las mujeres han construido, defendido sus vidas, los ríos, la tierra, construido comunidades enteras de mujeres y eso no lo vemos, estamos esperando al príncipe, al compañero, ese que cambiaremos con «inteligencia» y «amor», qué triste, ¿no es triste? bueno, a mí se me hace triste esperar y no dar continuidad a la ginealogía de mujeres de las que venimos, así de gine, desde el útero.