Si un hombre dice ser un «caballito de mar», un «rinoceronte» o una «avestruz» como «identidad» autopercibida, pues que le digan caballito de mar, rinoceronte o avestruz, pero eso no significa que lo sea.
Así lo mismo con la categoría mujer, ojo aquí con la palabra «categoría» (que no identidad, dejemos de decir identidad cuando hablamos de opresión), quiero decir, él por categoría definida por los sistemas de opresión sigue siendo un hombre, aunque se sienta por su identidad autopercibida como «mujer», «caballito de mar», «rinoceronte» o «avestruz», su cuerpo de hombre, con pene, historizado y socializado como hombre, clasificado según su clase social y racialidad, está preparado para violar y asesinar mujeres, eso no se va así se autoidentifique como quiera.
Por eso las compañeras le pueden llamar a ese hombre por el nombre elegido de mujer, pero eso no cambia que lo sigan percibiendo y tratando como hombre, porque hombres y mujeres son categorías, no identidades. Por ejemplo, ¿han notado cómo las mujeres cuirs/pro-trans le sirven a los hombres transfemeninos? «Ay, pero qué bonito cabello», «tu ropa», «tu existencia», «¿te hago de comer?», «¿te acompaño al médico?», «¿qué hago para que te sientas bien?», «¿cómo te ayudo?», “¿te consigo el número de una psicóloga?”, ¿a poco le dicen eso a una mujer? claro que no, si por eso alaban hombres, porque están odiando a las mujeres, a duras penas voltean a ver a su compañera cuando necesita ayuda, esto es porque para ellas él sigue siendo varón por más que le respeten su identidad autopercibida, ¡y es lógico!, las categorías no son caprichos, son realidades históricas, económicamente sustentadas en la explotación de las mujeres, el respeto que les causa a las mujeres las identidades autopercibidas de los hombres es pura y llana heterosexualidad obligatoria, es decir, están ellas obligadas a maternarlos a ellos, educadas para ser sus esclavas.
En conclusión, mujer no es una identidad autopercibida, es una «categoría» de opresión, de oprimida, significa aquella que lleva pre-escrito un feminicidio y violaciones en su cuerpo por parte de hombres; pero significa también, gracias a la amplia historia de resistencias de las ancestras, aquella que no pueden someter aunque todo esté dispuesto en su contra, y esa rebeldía está situada en nuestra cuerpa con vulva, clitórica, utérica, ovárica… esta cuerpa que tanto han ultrajado.
