Reinicio

Mi nombre es Luisa Herrera ¿qué tal? ¿cómo están? Me hice llamar Menstruadora hace unos diez años un día en que menstruaba muchísimo. ¿Ven? Es una historia simple. Mis menstruaciones por años fueron abundantes, pero entrada a mis treinta años, tengo casi 31, bueno, en enero cumplo, mis menstruaciones empezaron a ser moderadas, así que ya no soy tan menstruadora, dicho sea de paso ¡qué maravillosas son las copas menstruales!
Del blog «Menstruadora» me pasé al tuiter, allá estuve muchos años, pero luego me aburrí y vine a Facebook, que aunque era antiguo y aburrido, me ofrecía platicar mucho con mujeres como yo, así que por eso estoy aquí de nuevo.
También tengo un instagram.
Y un tuiter, pero evito entrar, ahí siento que la gente solo grita y ya no quiero gritar, antes lo hacía, pero una con un poco de amor de las amigas, entiende que la clave es crear a lado de otras mujeres y para eso no se requiere gritar.
También tengo un canal de youtube.
Desde hace unos seis años soy lesbiana, a los 25 decidí vivirme lesbiana, aunque mi curiosidad me arrebató desde pequeña, como a toda mujer. Pero ya de mi historia reciente puedo ubicar los 21, el día en que me enamoré de otra mujer, los 23 cuando por fin tuve encuentros con otras y los 25 que conocí el amor lésbico. Aunque ahora voy en el camino de comprender que muy probablemente más que amor, lo que la otra hizo fue canalizar el odio que siente por su madre en mí, y yo entonces soporté porque el amor es sacrificio ¿no?, pero esa es otra historia.
Oigan, pero igual aprovecho para decirles, ustedas no canalicen el odio a sus madres en otras mujeres, no es sano y no está bien. Amen en su dimensión a las mujeres que las cuidaron, sin endiosarlas y sin despreciarlas, solo eran otras mujeres como ustedas. Bueno, sigo.
Primero conocí el lesbofeminismo a lado de compañeras de mi edad, con argumentos aún muy cuiristas, no las culpo, yo misma lo era también, todas somos hijas del neoliberalismo, pero luego tuve la oportunidad de conocerlo de voz de otras generaciones, ¡qué cosas he aprendido sobre la radicalidad del lesbofeminismo!, estos últimos años han sido de mucho aprendizaje con ellas, me siento acompañada por miles de mujeres que nos antecedieron.
Con el tiempo he conocido nuevas amigas y he aprendido con ellas a amarnos distinto. He sido muy afortunada, así me siento.
Soy autodidacta, como todas, leo con emoción y me dedico a dar talleres sobre lo que aprendo.
Desde hace unos seis años, justo por el tiempo en que me nombré lesbiana con voz en alto, vivo sobreviviendo a los trolls y soportando trollas. Como les decía, mi posicionamiento feminista es radical y lesbofeminista, lo que provoca que la gente tenga pesadillas conmigo. Ya sé que me sueñan y se atemorizan por lo que escribo, pero no deben temer otras mujeres, solo soy una proyección que usan para escudarse y no cuestionar su heterosexualidad. A mí qué, yo soy lesbiana aunque me sueñen o no, eso no me afecta. Además ni soy como me imaginan, yo soy más o menos tímida, no lo digo con orgullo, solo sé que en 30 años he sido tímida incluso con otras, así que bueno, lo estoy trabajando. Esperen, justo ahora una amiga me escribe para decirme en inbox que ni soy tímida, bueno, ya ven, las percepciones varían.
Los hombres sí pueden y tienen que temerme porque en breve cesará su existencia en este planeta, ya verán que se acuerdan de mí cuando comience a pasar.
Sobre las mujeres que me leen y aún no son lesbianas, tranquilas, es a su tiempo y su tiempo podría no llegar, pero yo les deseo que sí. Sobre las que ya son lesbianas y sienten que yo soy una «falsa lesbiana» porque no lo dije en la infancia, no pasa nada, no es mi intención ser la verdadera lesbiana, quédense con toda la verdad de la lesbiandad que quieran, es suya, yo les aprendo lo que deba aprenderles en su dimensión, para mí ustedas son las rebeldes intuitivas y las admiro.
A mí la lesbiandad me liberó, así que pasaré hablando de esto toda la vida, a menos que un día me vuelva egoísta o hedonista y por fin, me deje de importar lo que viven otras mujeres. Pero eso aún no pasa y acá entre nos, no creo que pase porque me importan las demás, debe ser un algo en lo que me educó mi mamá y que aunque he intentado quitármelo, porque a ratos siento que no debería ser así, la verdad es que no quiero.
Bienvenidas de nuevo.

Deja una respuesta