Les digo que es un boomerang, esa especie de cuerno ligero que lanzas al cielo y vuelve a ti, así es el cuestionamiento a la heterosexualidad obligatoria, lo primero que sientes es que no es verdad, que tú sí «naciste» heterosexual, que tú aunque sabes que es lo impuesto, «a ti sí te gusta»; entonces lanzas el boomerang, pero va a volver, ¿sí sabes, no? por más que lo avientes, va a volver por ti, te conflictúa tanto que no vas a dejar de cuestionarte tu vida, no vas a dejar de darle vueltas, así que tarde o temprano, cuando estés lista, vendrá otra vez la pregunta y vas a hacerte lesbiana. Recuérdame cuando suceda. Muajajá.