Cuánta violencia es que una mujer valiente que sale a decir públicamente que ama a otra mujer, se vea obligada a usar el arcoiris de la adoración masculina para ser aceptada. No eres una víctima de tus deseos incontrolables «biológicos», eres una mujer que decidiste a edad temprana o tardía, según quién juzgue, vivirte con mujeres porque podías mirar y sentir que era con ellas que podías ser feliz, o sea, una desobediente a pesar del mundo que te obligaba a dedicar tu vida a hombres: mujer lesbiana, valiente y rebelde.
