No es «amor romántico», es heterosexualidad

Yo sé que el término «amor romántico» es de uso frecuente en el feminismo, pero es solo una forma superflua de esquivar el cuestionamiento a la heterosexualidad obligatoria. Las heterofeministas prefieren pensar que el problema es haberse creído el cuento de princesas, por lo que denuncian que a través de ese cuento se ejerce control sobre ellas, pero están esquivando la profundidad del cuestionamiento a la heterosexualidad obligatoria, por eso te animan, al final de todo, a elegir un buen marido, esposo, novio, novios, polinovios, novios en anarquía relacional, novios contraamorosos.
No se han preguntado -ya sea porque no pueden o no quieren, casi siempre lo primero antes que lo segundo- que no nacieron para estar con ningún hombre, que no hay «química», «destino», ni «instinto», ni «verdadero deseo» sino que les ha sido impuesto a cabalidad sobre su cuerpo, por lo que es necesario arrancarse esa imposición y regresar a su centro ginealógico, si lo hicieran, la conclusión no llevaría a proponer que hay que «elegir» a ningún hombre porque sabrían que no los puedes elegir, ellos te eligen para su uso y destajo, en todo caso, la conclusión es el separatismo paulatino y lento, de acuerdo a cada contexto y posibilidades, según la protagonista de su historia pueda, quiera, lo digo porque hay mujeres muy patriarcalizadas que creen que el separatismo es un deber o imposición, lo que es una imposición es permanecer con ellos.
«Amor romántico» como concepto puede ser el pretexto o inicio para comenzar a revisarse la heterosexualidad obligatoria, pero así solito el término no sirve para nada, lo que es el eje del capitalismo y el motor del patriarcado es la heterosexualidad obligatoria, si les sugieren que es el «amor romántico», probablemente a continuación les den tips de cómo elegir a un novio «no tóxico», hagan de cuenta, como película infantil, donde al final te quedas con el príncipe y no con el malvado, seguro están frente a una heterofeminista, no es que tenga la intención, o no sé, de dañarnos; me parece que solo es presa de la ideología patriarcal y mientras no se dé cuenta, seguirá invitando a las demás a hundirse conjuntamente.

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