Sé lo que es andar escapando de los adjetivos con que el patriarcado nos llama: exagerada, delicada, sensible, manipuladora y chillona. Pero de corazón se los digo, no es amiga aquella que no mira contradicción en amigarse o apoyar a quienes te han lastimado o violentado, tampoco es amiga la que quiere ponerte en situaciones de riesgo o vulnerabilidad con esas personas. No es amiga la que se enoja cuando tú tienes un logro o evento que te causa felicidad. Tampoco es amiga la que desaparece cuando requieres ayuda, pero estabas ahí cuando ella necesitó ayuda. No es amiga la que corre a chismes de un lado para el otro con tal de dejarte mal parada. Alejarnos de estas «amigas» no es ser exageradas, delicadas, sensibles manipuladoras ni chillonas. Más bien es traer bien puesta la dignidad.
