Hace ocho años cuando había mucha protesta estudiantil en la Ciudad de México por movilizaciones medio fresonas por el 132, la forma de desmovilizar y parar todo fue con detenciones y encarcelamiento. Las fianzas ascendieron a al menos cien mil pesos y recuerdo que varias dejamos de marchar. ¿A poco cuentas con 100 mil para pagar mañana tu fianza? Así pasaron años y me hice precavida. No recordaba eso hasta hoy, dialogando con compañeras maravillosas, y más vale no olvidar las viejas tácticas de los gobiernos. Una de entre muchas, como esa de institucionalizar las protestas, como cuando salen más autoasignadas «representantes» de «todas las mujeres».