La academia homosexual

Los hombres leen a hombres como sexo placentero homosexual, citarse entre ellos es adorarse a lamidas para crecer sus falos.
Nosotras los leemos a ellos y no significa más que ser violadas constantemente. Aprendemos, si nos va bien, a hacer buenas felaciones teóricas para ser reconocidas, pero no tenemos permitido hablar desde nosotras. Y si lo haces: eres falaz, no tienes argumentos, dame tus fuentes, no entendiste bien, te falta desarrollar la idea.
Por fortuna el lesbofeminismo nos cobija y nos ayuda a situarnos desde la raíz de nuestro clítoris que conecta al centro de la tierra con los saberes de nuestras ancestras, de no ser por eso, nos destruirían.

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