El patriarcado no se acaba actuando en sus territorios –leyes y políticas públicas– solo se le está parchando, enmendando, alargando la agonía. El patriarcado no se acaba trabajando para el patriarcado. Por mucho apego emocional que se tenga a esas leyes, las leyes no liberarán a ninguna mujer ni pararán ningún feminicidio, solo son paliativos, muchas veces necesarios, pero paliativos. El problema es confundir el paliativo con la derrocación del patriarcado y en eso nos llevan ventaja los hombres, nos convencieron de que enmendar era acabar con el patriarcado con tal de que no nos movilizáramos, nos obligaron a creer en sus herramientas de tal manera que muchas compañeras están dispuestas a defender esos instrumentos desde el corazón, pero no es desde ahí, qué doloroso.
