Sobre el feminismo racista

¿Que si el feminismo es la madre de todas las luchas? No, de ninguna manera, pero no hay feminismo sin antirracismo y sin anticapitalismo. Han pasado muchos siglos de reflexión de mujeres racializadas de todo el mundo para poner en alto esta conclusión. Nuestras abuelas y madres saben esto como piso mínimo de supervivencia. Este patriarcado, al que yo explico como un pastel, este mundo feminicida no infla a costa de un ingrediente sino de varios, los cuales han teorizado (principalmente) mujeres del sur del planeta. La masa de un pastel se hace con huevos, azúcar, harina, leche, etcétera, de batir solo huevos tienes un omelette, no un pastel.
Así que este pastel infla con racismo/colonialismo, clase/capitalismo. Esto sí nos ayuda a entender cómo llegamos aquí. Nos ayuda a saber cómo es que las mujeres sostenemos al mundo. Cómo es que en la base de la explotación y opresión, la población en situación de pobreza extrema, no hay 50/50 hombres y mujeres sino 10/90 hombres y mujeres, respectivamente, y no son todas las mujeres, son mujeres empobrecidas y racializadas. No podemos hablar de una política lesbofeminista sin antirracismo y sin anticapitalismo, no hay forma de ser omisas a las jerarquías que el patriarcado ha creado sobre nosotras y de las cuales algunas por raza y clase han sacado provecho. ¿O a poco su separatismo está incluyendo a las que no dejan de mirarte como inferior en tanto morena? ¿A las que no tienen ningún problema en servir a proxenetas? El lesbofeminismo es entre nosotras desde una crítica fuerte al racismo y al capitalismo. ¿O cómo hacer feminismo sin analizar cómo funciona la maquinaria económica feminicida? Así que si bien ninguna lucha es la madre de todas las luchas, no hay feminismo repitiendo las jerarquías entre nosotras, omitiéndolas y solapándolas para que sigan existiendo, no estamos haciendo crítica al repetir lo que un par de teóricas blancas nos dijeron, hace falta reconocerte en tus abuelas y madres, en estos territorios, desde acá abajo, en el calor de la supervivencia, cuerpa con cuerpa, reconocer lo creado y aprendido entre nosotras.

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