En una serie de tv, la protagonista es capturada, ahora está encerrada en una celda, en un campo militar, atada de manos con una camisa de fuerza, vigilada con cámaras de video. Para entonces pierdo esperanzas de que salga viva. Pero ella en la siguiente escena logra robar una aguja ¿un bisturí? ¿una herramienta pequeña? y la guarda en la boca, justo en el ángulo en que la cámara de vigilancia es tapada por el médico que entra a drogarla, ella guarda largas horas esa herramienta, más tarde logra escabullirse de la camisa de fuerza y luego rompe la cerradura en la noche en un corte de luz. ¡Eso! Es posible romper esto, siempre hay puntos débiles, no es un sistema omnipotente. Estamos en una celda y bajo vigilancia, se llama patriarcado. Podemos conseguir la herramienta y planear salir. No, espera, la herramienta ya la tenemos, las ancestras la consiguieron antes, te la guardaron en tu cuerpa para que puedas abrir la celda, lo hicieron en la clandestinidad y con mucho esfuerzo, somos consecuencia de sus luchas, pero ahora tú miras la herramienta y no sabes para qué es, recibiste el mensaje pero no lo sabes escuchar, hasta llegas a sentirte cómoda en la celda, hasta dices que no hay celda, pero mírate, lucharon para que saliéramos de la celda y te llenaron de saberes toda la cuerpa, ¿sí nos queda cómoda la celda? ¿Sí aceptamos el engaño? ¿O asumimos nuestra responsabilidad en la historia de las mujeres?