Hay cheque en blanco para las redes de tratantes de mujeres desde la fundación del patriarcado. En estos días crece y se hace visible para que sepamos que el miedo es nuestra vida y que la relación de poder que ejercen sobre nosotras es feminicida. No es casual, el patriarcado requiere apretar la soga de nuestros cuellos cada cierto tiempo para seguir existiendo. Aprendamos a desconfiar de todos los hombres, a pre-sentir sus pasos para adelantarnos a ellos, reunámonos en los grupos de autodefensa dirigidos por mujeres, mantengamos la fuerza para seguir, construyamos lazos lo suficientemente fuertes para saberlos con solo mirarnos a los ojos entre mujeres.