Oaxaca y la despenalización del aborto

Cuando el Estado patriarcal comienza aparentemente a ceder ante algunas demandas feministas, es inevitable sospechar. ¿Es que nos quieren hacer entender que todo estará bien bajo sus leyes? Vengan a ver que es un “avance”, pásenle, acepten las reglas, vean, miren, es aquí con los patriarcas, con sus formas, en sus espacios.
¿Es que mientras se asegure la sujeción al coito todo estará dispuesto alrededor? ¿Qué es lo que sucede que escapa a primeras impresiones? ¿Cuál es la geopolítica de esta decisión? ¿Qué significa que ocurra en estos territorios y en estos términos?
– ¿No está raro? – pregunto a La Carambada.
– Va a venir el alquiler de úteros, vas a ver– contesta.
¿Es la política trans? ¿la trata infantil? ¿La ampliación de redes de prostitución?, qué es lo que anuncia esto, no lo sé, no quiero que esto signifique que no hay que estar alegres, para nada, yo siento que estar vivas por sí mismo ya es motivo de alegría, que nada frene festejos y serpentinas, solo vengo a compartir sospechas, de esas que nadie pidió.
Y muchas abracitas por si se enojan por leerme.
Tengan, estas son abracitas mágicas: