A veces he temido que con la edad se me deslice de las manos los descubrimientos que encuentro con cada día. Lo advierto en quienes perdieron el camino y se institucionalizaron, ¿podría pasarme? ¿en algún momento se quedan inmóviles en el camino y el patriarcado alcanza sus pasos? De todas formas sé que esto que les cuento es neoliberalismo, la juventud no es más que un momento de toda la vida, debe tener la importancia de cada fase, de cada día, de cada respiro. Siento que tengo una fuente entre las manos, incomprensible, que no alcanzo a descifrar, hay algo que sé que debo saber pero aún no entiendo qué es. Sigo leyendo lo que puedo. Aprendo a seguir mis intuiciones enmarañadas. Trabajo para vivir eso que quiero vivir, con todo y que a veces deba atravesar trámites y tiempos ajenos. Estoy en mí siguiendo las pistas que me han comprender qué tengo entre las manos, quiero saber qué es antes de que mi tiempo finalice.
