La soñé hace dos noches, en aquel primer sueño teníamos una sesión bella de placer compartido. Y la soñé ayer, en este sueño la encontraba lejana a mí sin saber por qué, desperté con el corazón roto aunque fuera ficción. Le escribí hoy para saludarla luego de meses. Cómo estás. Yo bien. ¿Qué has hecho? Esto y esto y esto otro, también esto otro. Me mandó varios audios para contarme sus descubrimientos y yo le conté los míos. Le hablé de mis esperas y de mis acercamientos a esos temas que le gustan. Ella me habló de cómo Plutón se queda en Capricornio y de un ciclo de doscientos años que está por terminar, de su sabiduría en calma y de la música. Me despedí tempranito luego de esta pequeña o larga conversación y aunque han pasado varias horas, sigo sintiendo llenita la corazona, creo que debo desayunar más con mis amigas aunque sea a la distancia.