Ya no me desagrada tanto el calor, pero aún así no es mi mejor clima. Me gusta la lluvia, el frío suave, los días nublados. Ahí mi cabello cobija no es un estorbo y puedo llevarlo sin peinar a todas partes. En el calor debo atarme en grandes chongos que se desparraman sin tregua. Me gusta el frío porque hay pan y chocolate. Me gusta estar entre mujeres que traen deliciosos dulces y pasteles para compartir entre nosotras. Me gustan los secretos de mis amigas y los nuevos lugares que me muestran para hacerlos también míos. Me gusta la vida verde en días lluviosos aunque el metro esté a reventar.
