Tras bambalinas del #MeToo

Violadores y abusadores no han parado de amenazar y acosar las cuentas de las #metoo. Escriben en privado ellos mismos o sus equipos de abogados y abogadas, dejan las direcciones de sus oficinas, sus teléfonos para que ellas “rectifiquen” y callen. Se desplegó ya por lo secreto y desde hace unos días, la estrategia de amedrentamiento, ponen días límite para que bajen las capturas que difundieron las mujeres, hablan de consecuencias legales para ellas y las jovenas se asustan, la pasan mal, están con la sensación de estar solas, tienen miedo familias enteras de mujeres. Algunas ceden ante la presión y miedo. Otras se mantienen firmes y no bajan ninguna denuncia. Son unos asquerosos. Malditos infelices. Nosotras estamos aquí y estamos orgullosas de todas todas. Si tocan a una, respondemos todas.

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