Estoy en la recta final de un proceso que he afrontado con la mejor de las calmas. Y ya me siento como cuando te has esforzado tanto en algo que mejor te quieres rendir porque crees que de todas formas no vas a conseguir el objetivo. ¿Cómo se le llama a eso? Claro que presenté todas las pruebas que me solicitaron: Evaluación uno, dos, tres, uno punto uno, uno punto dos, uno punto tres, uno punto cuatro, dos punto uno, dos punto dos, tres punto uno y tres punto dos. Ayer que fue la última evaluación, amanecí desecha sin ganas de nada, es decir, para qué si de todas formas no lo lograré, me desecharán, etcétera. Mi hermana me animó antes de la última prueba, me dijo cuando todo había pasado que se me veía la cara de derrota antes de comenzar, pensé que no era obvia, por eso ahora entiendo por qué ella andaba muy entusiasta y cooperativa tratando de contagiarme un poco de esperanza, al final presenté la prueba con la mejor actitud y ahora queda esperar. Son días tremendos, pero creo que ahora sí todo ha pasado, a menos que me falte la prueba tres punto tres y no me he enterado. También vino un nuevo perrito a casa, es tan simple que pasó jugando con una zanahoria por horas antes de comerla. Bichi al inicio estuvo muy tranquila, pero creo que aborrece la energía desmedida y alborotada de ese ser vivo. Espero ponerme más fuertecita y venir a escribirles más porque anoche hubo sesión entre lesbianas y estuvo tan maravillosa que hoy al abrir los ojos solo pensaba en las dudas que ellas habían planteado. Déjenme las acomodo en algún sitio de mi vida.
Bonitos días, tardes y noches a todas mientras tanto.
