Pan vegano

Bienvenida, vas a conocer a más mujeres que te pedirán entrar a casa, las recibirás con té caliente y pan fresco, pero que se irán cuando escuchen el primer rumor de ti, sin verte a los ojos, sin preguntarte a ti, estarán dispuestas a dar réplica a la misoginia.

Preferirán siempre a una desconocida que les asegure que eres la peor porque no pueden amar a otras. Yo he visto ir y venir a varias mujeres, no es que las mujeres seamos todas así, es que cuando una es lesbiana y solo se lleva con otras, la proporción de quienes hieren crece.
Yo creo que debes dejarlas ir, despedirlas y desearles lo mejor, no hay peor castigo que andar cargando con una misógina y si una es eso, no hay peor castigo que ser ellas mismas.
La próxima vez no ofrezcas té caliente a aquella que está dispuesta a escupir, pero síguelo ofreciendo porque ella no son todas. Que se largue quien se tenga que ir. Nuestra sala de sillones invisibles y sillas por doquier no debe ser abierta a quien sea.
¿Y tú?
¿Cómo vas a construir si no puedes mirar a los ojos, preguntar de frente? ¿cómo vas a saber de mujeres y ancestras si clavas mentiras a espaldas? No me importa que tengas 21 o 67, da igual, eso no se consigue con la edad, eso viene de la corazona y la corazona de la raíz.
¿A qué te sabrá la palabra inventada, el rumor misógino, la fantasía de la otra como monstruo? ¿a qué te sabrá danzar en el daño sobre otra, pero imitarla en sus piensos e ideas? ¿a qué sabrá pedirle atención y esperar cualquier pretexto para difamarla? ¿a qué te sabrá mentir?

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