El otro día una compañera en un grupo, como cientos de otras más en otros tiempos, en otros grupos, me decía (una vez más) que la violencia entre lesbianas es igual que la violencia feminicida de hombres a mujeres. ¿Sí? ¿Estás saliendo preocupada porque una mujer te viole y asesine? No lo creo. Y si ese es tu miedo, es un miedo irracional imposible de sustentar con evidencia.
Si hay violencia entre lesbianas es porque hay violencia entre mujeres, la violencia madre e hija, la violencia entre hermanas, primas, amigas, es del mismo origen, y sin embargo, le sigues apostando a estar aquí en este grupo de discusión entre nosotras, entonces lo que denuncias con “las lesbianas son igual de violentas que los hombres” no es que en realidad creas que lo somos, porque de creerlo no estarías ni en el feminismo, si fuera cierto, si fuéramos iguales a ellos estarías en un grupo mixto, si somos lo mismo, no estarías confiando en nosotras, ¿cierto?, tendrías que temer a los hombres y mujeres por igual, ¿nos temes?, ¿qué fue entonces todo eso que hablaste del amor a tus ancestras y a tus amigas? ¿era mentira y en realidad tienes miedo de que ellas te violen y asesinen?
Lo que te pasa cuando denuncias la violencia entre lesbianas sin serlo, como justificante de que somos lo peor, es exponer tu incapacidad de saberte mujer como las lesbianas, nos patologizas (o al menos reproduces tal discurso) reduciéndonos a un ente extraño e incomprensible que no tiene que ver con tu historia, pero las lesbianas somos mujeres como tú, y tú le sigues apostando a dialogar entre mujeres, entonces sí crees en nosotras, lo que no crees es en tu propia lesbiandad, por tanto, te presentas lesbofóbica/lesbomisógina/lesboodiante casi sin saberlo, casi.
No es que «las lesbianas sean igual de violentas que las parejas heterosexuales» porque bien sabes que ellos nos están matando, es que mientras nos dejas reducidas a un ente extraño ajeno a ti, también sigues sin explicarte tu misma misoginia y eso es cómodo para seguir creyendo en este sistema patriarcal, aunque en realidad duela. Mientras sigas considerando que las lesbianas no somos mujeres, te alejas de la posibilidad de descubrirte una como nosotras, y por tanto, de alesbianarte, es decir, de entender la convivencia entre mujeres, con y sin patriarcado.