Las anónimas que somos

Suele pasar que me acusan de omitir autoras blancas de mis escritos. Me dicen a susurros que yo mujer latinoamericana nacida en Puebla no pude pensar eso, que seguro lo leí de alguna mujer blanca antes y que ahora omito con alevosía. ¿A poco no saben que las reflexiones se repiten en un patriarcado? ¿Que lo escuché antes de mi madre que de Adrianne Rich? ¿A poco creen que solo a Adrianne se le ocurrió que la heterosexualidad es impuesta? ¿Qué no lo sabe tu abuela cuando dice que los hombres son lo peor que le pasó? Por favor, es pasarnos de racistas, una cosa es la palabrita acuñada con su autora –nadie la niega, ahí está, se agradece lo que se deba agradecer- pero otra es la experiencia viva, la reflexión que nos pasamos entre generaciones que no estuvo mediada por el libro, ahí está el saber, desde ahí hablamos, desde esas vidas, desde esas historias. ¿En serio nos creen tan tontas para no pensar y generar reflexiones? ¿En serio creen que todo lo sacamos de libros? ¿Que a nosotras no se nos ocurrió rebelarnos para resistir y vivir? ¿En serio creen que tiene autoría las ganas de liberarse? ¿Sí saben que no solo las blancas escribieron? ¿Sí sabrán que hay saberes que aún hoy solo se pasan platicando sin registro escrito? Yo me he venido a enterar años después de reflexionar algo, que lo habían escrito más mujeres décadas atrás y ha sido lo mejor que me ha pasado, porque soy parte de esa misma explosión, soy parte de esa ebullición, me he sentido entonces una más, pero acompañada y lo mismo me pasa con compañeras al conocerlas, al dialogar juntas, así que me niego a adjudicar el pensamiento «original» en ciertas autoras blancas que a últimas fechas todas citan. Lo siento, pero aquí racismo no. Repito, mis ancestras no eran italianas, francesas, estadounidenses, londinenses, fue Amelia y Leonor, que les tocó trabajar en el campo en Puebla. Mi madre Estrella. Mis hermanas Amaranta y Camila. Mis amigas de la infancia Reyna, Carolina y Saoli. Mis compañeras Montserrat, Itzel, Vale, Eve, Jocelyn, Lara, Ivonne, Ross. Mis maestras Yan María y Karina. Mis compañeras nuevas cada tiempo Norma, Abril, Diana, Lilian, Karla, Dolores, Isabel, Andrea, Ana, Karen, Guadalupe, Luz, Marha, Edith, Vale, Saraí, Rocío, María…y decenas de nombres más, de ellas aprendo, aprendo todo el tiempo.

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