¿Saben cuál sensación me gusta? La de ser parte de la misma equipa. Es eso que sucede cuando una mujer cercana logra algo que le es muy significativo en su vida y tú, ya trabajadita, te sientes bañada en una ola de maravillosidad porque te contagia su resplandor. Me gusta esa sensación de ser una equipa. Me gusta que la amiga, la hermana, la mamá, la amora, la compañera, la desconocida que recién se presenta, logren cosas desde su autonomía y necedad, cuando una se deja contagiar de su locura ajena, el pecho se infla al mismo tiempo que salen alas de los tenis rumbo al cielo.
