Amoras de años

Al voltear a mi alrededor, yo veo amigas de años, una equipa maravillosa de mujeres brillantes. Sé que es muy difícil encontrar amigas y equipa, lo sé, pero también tiene su talacha permanecer en el tiempo a voluntad y con constancia, no me compro ese discurso de que una sola va mejor o que es una victoria sentirse la más incomprendida de las incomprendidas –con tremenda trayectoria de rupturas a cuestas donde la protagonista siempre es la buena de la historia– porque para mí eso es un atajo, un atajo para no conocerse en la colectividad y también para no sacudirse la misoginia. No quiero decir con esto que hay que soportar a media munda en nombre de la amistad porque no es así, hay relaciones que es urgente finalizar. Y tampoco quiero afirmar que todo haya sido idílico porque no ha sido ni de cerca lo que construimos. Han habido problemas, claro; han habido malos entendidos, por supuesto; hemos claudicado a ratos, claro que sí; nos hemos distanciado y nos hemos vuelto a encontrar, obvio. La vida toma su cauce, nos aprendimos a conocer a tal punto que ya sabemos qué nos va a responder la otra, qué opinará e igual estamos en desacuerdo, pero nos queremos. Es que no me van a dar la razón, pero eso no significa que no me quieran. Se sienten a tener muchas hermanas. El otro día mi hermana prometió que sacaría algo el día domingo, pero dio la hora y mejor lo saqué yo, ella despertó sonámbula casi una hora después, me preguntó dónde estaba lo que ella debía sacar y le avisé que yo lo había hecho, es que pensé que no te despertarías. Entonces me regreso a dormir, anunció mientras cerraba su cuarto. Y yo salí a hacer mi día. Nos encontramos después en la cocina y nos compartimos mucha comida. No se enojó porque me adelanté ni yo me enojé porque no se despertara, ya sabíamos que iba a pasar así, cada loca con su tema, pero para llegar a ese punto justo de la historia, pasamos nuestros desacuerdos, nuestras discusiones y todo sigue su cauce, así me siento con mis amigas y sé que no todo está dicho, aún podríamos discutir y volver a distanciarnos, pero también nos toca volver a reencontrarnos, total que ya sabemos los caminos de regreso.

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