Mujeres de agua

A las Mujeres de agua se les ama como se ofrece tributo a las diosas, la admiras mientras ella mueve sus hombros coqueteando o te mira de manera insinuante y fresca, para ella es un juego divertido lo que para ti es una fantasía cumpliéndose, es que en el fondo se sabe hermosa, pero no lo sabe del todo porque ignora su propia belleza. A las Mujeres de agua se les admira bajo el cielo azul rey, posan como mujeres de la revolución frente a paredes amarillas y enseñan su dentadura blanca, adornada de labios rojos, rosas, jugosos, besables en cualquier circunstancia que nos conceda. Las Mujeres de agua pueden darte una noche de sueño compartido cuando menos lo esperas y tú te sentirás agradecida, pero como las Mujeres de agua tienen el control de la situación y tú lo sabes desde la primera vez que te sonríe, te hace dudar, no sabes si su dulzura empalagosa es una estrella fugaz que quizá no vuelva a aparecerse o si en verdad ella está hecha de mieles y tú apenas comienzas a saborearla. Los relojes de las Mujeres de agua son tormentosos, desiertos inexplicables, lluvias torrenciales, relámpagos luminosos, ella sigue su propio cauce como un río loco, de tal forma que si tú amas a una Mujer de agua, tendrás que admirar su locura salpicando el camino, las piedras que va arrojando en su trayecto impredecible y los peces que viven en ella.

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