Lesbofeminista con todas sus letras

Así como ha sido liberador (y sigue siendo) renunciar a la aspiración compulsiva de ser amada por una pareja (cualquier compañera que sea), también encuentro liberador renunciar a que la propuesta feminista-que-construyo-con-otras-mujeres sea cobijada por más mujeres. Desde hace algunos ayeres suelo pensar, ¿no te gusta? ¡qué bueno! no es partido político, no ando buscando que vengas, que «milites», que estés aquí, yo solo estoy haciendo lo propio-junto-a-otras y no nos vamos a detener, con nuestros aciertos y errores, con nuestras acciones y a nuestro paso, con nuestros diálogos entre las que construimos, con nuestras formas y nuestros alimentos, estarán las que tengan que estar, nos encontraremos las que nos debamos encontrar y seguiremos haciendo lo que queramos hacer, que las rebeliones no esperan por nadie.

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