La sabiduría de las niñas. Escuchaba calladita las conversaciones que mi mamá tenía con mi tía, me resultaban más interesantes que las caricaturas. Mi mamá debía tener unos 27 y mi tía unos 25. Recuerdo que un día dijeron “papanicolau” y yo que estaba jugando a lado de mi hermano, y pensaban que no escuchaba con mis siete años, le pregunté ¿qué es un papanicolau?, mi mamá dijo, “nada, no es nada” y empezaron a hablar en clave. Ash, qué pesadas. En alguna ocasión, mi tía contaba cómo un tipo se había “robado” a su novia. ¿Cómo que robado? Ahí me enteré que una chava en sus 16 ya no viviría con su papá y con su mamá porque un tipo se la había llevado y ahora se casarían. Diosas. La idea fue muy impactante para mí y empecé a soñar que un tipo joven en sus veintitantos, se quería casar conmigo, a mis siete años, esa vez desperté llorando y mi mamá dijo que nada de eso pasaría, en el sueño mi mamá y mi tía confeccionaban un vestido de novia, tristes y contando cosas como hablaban de la chica de 16. Por esos años, la idea se agravó porque un niño de ocho que andaba en su bici en la colonia, llegó con mi papá para pedirle permiso de salir conmigo, a mi papá le causó gracia, pero yo escuché, me aterré muchísimo. ¿Qué es lo que dijo? pregunté a mi mamá, mamá dijo “nada, no dijo nada” bien, entonces lo imaginé, pero ese niño me causó mucho rechazo el resto de los días en que vivimos en esa casa, no lo quería ni ver, yo atendía una mesita donde vendíamos dulces y cuando él venía yo le hacía todas las muecas para que se largara. De todas formas el miedo estaba presente en los comentarios que la gente decía sobre que “algún día tendrás novio”, me soltaba a llorar, jamás, jamás voy a tener novio, nunca, dejen de decir eso, qué tontería, y lloraba y lloraba, así sucedía cada vez que me decían que un día yo iba a querer tener novio, que yo misma por mi propia voluntad iba a querer irme con él, qué te pasa, nunca, yo no quiero estar lejos de mi mamá, yo no quiero dejar de jugar, yo no quiero dejar de escuchar las conversaciones entre mi mamá y mi tía, yo no quiero irme con ningún tipo, ¿por qué quieren eso para mí? Esa es la sabiduría de las niñas que después nos van a arrancar.
