Las vendidas

Bueno, que estos tiempos sirvan para que sepamos identificar a quienes fingían estar con nosotras solo por un anhelado puesto en el patriarcado con rótulo de «feminista» en su escritorio. Las veremos hacer todo por pertenecer allá arriba. Esto acelerará la carrera política, académica y artística de unas pocas. Y no les dará pena ni nada. Prepárense como quien mira un capítulo viejo de telenovela refriteada. Y póngamonos pilas porque si se creen estar adentro de la telenovela, terminarán por ser personajas incidentales de la gloria de la protagonista, como una roca, un semáforo o el taburete donde se sientan. Las reglas de la historia de cooptación son escritas por hombres y se premia solo a quien obedece.

Deja una respuesta