La perspectiva de género

La perspectiva de género no viene de las mujeres, fue una estrategia neoliberal para desarmar la organización feminista, pasamos a hablar de género y dejamos de hablar de mujeres, pasamos a hablar de género (estereotipos, identidad, roles) hasta volverlo atuendo y nos obligaron a olvidar la violencia sobre las mujeres. No fue sencillo, fue a costa de millones con los que inflaron tal perspectiva, millones del Banco Mundial y aliados.

De las generistas aprendimos todo: que la igualdad es el dogma, que las instituciones sirven, que lo que queremos es «incluirnos» en la masacre, que una nace lesbiana. Desafortunadamente fueron nuestras maestras, pero no lo suficiente para quitarnos la sed de soñar y negarnos la posibilidad de encontrarnos con nuestras madres y abuelas que nos recuerdan que las mujeres somos resistencia y libertad.

¿Sabes cómo es la perspectiva de género? Es un edificio derrumbándose sobre mujeres. Puedes hacer cosas adentro, sí, como colocar un par de maderas para que algunas (todas las que se puedan) salgan en el derrumbe, pero tienes que salir también, ¿puedes detener el derrumbe? no, el edificio se derrumba desde hace miles de años y la receta es infalible: violaciones, feminicidios y explotación de mujeres.

Afuera del edificio, por ese camino que nadie mira, hubo mujeres dejando rastros de cómo salir, van saliendo de a pocas, poquito a poco, pensándose y haciendo para sí mismas, no para hijos varones, no para novios, esposos ni padres, ahí van poquito a poquito, silenciosas como hormigas, hicieron un agujero túnel desde donde salen, puedes seguir sosteniendo esas maderas con la conciencia de que no es adentro que vamos a vivir, puedes seguir sosteniendo con la sensibilidad de dar tus fuerzas en los límites correctos, para salvar tu vida también, ¡salva tu vida también!, pero no puedes obligarnos a entrar ahí, porque nosotras queremos vivir y no va a ser con el generismo, ni con el feminismo de las instituciones, ni con las generistas pro-trans, ni con las de la igualdad. Venos, venimos saliendo de donde tenemos la muerte asegurada.
¡Salva tu vida también!

Deja una respuesta