La abolición del género es una meta inevitablemente ambigua, y a últimas fechas, posmoderna, aunque quien la diga tenga intenciones contrarias. Les contaré más: Mi meta no es algo tan superfluo como que deje de existir el rosa y el azul. Mi meta es que los hombres dejen de explotar, violar y asesinar mujeres, pero eso no se logra vía la abolición del rosa y el azul, se logra por medio de la organización colectiva de las mujeres para la destrucción de los hombres. Cuando eso esté ocurriendo y además venzamos, no habrá más sentido de la existencia de roles porque solo existiremos nosotras, en la comunidad de mujeres, seremos seguras y extendidas en nuestras cuerpas poderosas.