Ay, amigas, qué sencillo es que nos vendan esperanza en el sistema patriarcal: Más deportistas olímpicas, aplausos; más leyes, aplausos; más mujeres políticas, aplausos. ¿Todo lo que hacíamos era luchar para estar legitimadas por ellos? ¿Felices porque nos hagan caso? ¿Tienen la sensación de estar cambiando este mundo en sus espacios patriarcales? Esa sensación tiene que parar, es un engaño, no estamos ahí, nos están jalando de la soga para que no vayamos a irnos, no vaya a ser que queramos prenderle fuego a todo… yo sé, ¡qué aguafiestas comentario!, ¿por qué no emocionarnos?, tienen razón, hagámoslo sabiendo que tras esas historias seguro, pero seguro, hay secretos de abusos y mercado de explotación de mujeres. ¿Bajo qué costo valen nuestros autoengaños de esperanza en el patriarcado?