Si yo me desesperara cada vez que alguna compañera anuncia que cree de sí misma que es heterosexual, no habría posibilidad de seguir. Todos los días escucho relatos de autoconvencimiento sobre cómo se enamoraron de novios, amantos y esposos. Me sé historias de todos los géneros: drama, terror, comedia y musicales sobre compañeros que nadie más conoció y solo ellas en su fortuna heterosexual consiguieron. De todas formas tarde o temprano se cae el telón y las compañeras se comienzan a alesbianar. ¿Tú crees que solo tú eres afortunada por estar con el «único» hombre «bueno» sobre la tierra? Lo creen cada una de las mujeres del planeta que creen de sí mismas que son heterosexuales y en todos los casos es mentira. Dialoga con la duda de tu irremediable lesbiandad, el secreto mejor guardado en tu almohada, dale vueltas a tus sentires, total que nadie más puede entrar en tu cuerpa para averiguar lo que realmente estás pensando y sintiendo; recuerda, siempre hay esperanza de cambiar tu vida y lo mejor, siempre hay tiempo, te llegará tu tiempo.
