El proceso de cuestionamiento feminista frustrado es así:
1. La negación. «No fue así, mi familia es distinta, desde pequeña yo me definí como heterosexual, así nací»
2. La confusión. «Entiendo que sea una imposición, pero yo lo elegí»
3. El reclamo. «Tú lesbofeminista me estás oprimiendo», ¡al patriarcado ni lo veo!
4. El rechazo. «Mi novio Juan y mi hermano Pedro son la excepción»
5. El deslinde. «Las feministas son lo peor porque no aceptan que las mujeres también violentan»
6. Reforzamiento de patriarcado. «Me quedo como ya estaba. Hombres y mujeres violentan por igual».
Si están en algún punto, es tiempo de detenerse, van por un camino incorrecto.