Los lunes, de lado de la calle del hospital, una señora vende unos helados de fresa deliciosísimos. Los miércoles en el tianguis, una señora discreta vende galletas de maíz cacahuazintle, envueltos en su papel de estraza, que las convierten en un sabroso misterio resguardado. Los jueves entrega la mejor leche de almendra una compañera, en su bici como amazona, también trae hermosos tlacoyitos con quelites y ricos tamales de cacao rellenos de plátano macho. Y los jueves, viene la panadera estrella a mi zona habitacional, una hogaza de ajo u orégano, ¿por qué no? Esas son mis motivaciones para iniciar la semana. No siempre compro, no les quiero mentir, pero sí las pienso todos los domingos por la noche, la mera verdad, como su fan enamorada.
