El privilegio de no salir

Sí está muy denso leer que hay quienes pueden darse el lujo de no salir, leerles cómo cuentan que se aburrieron de ver todas las series, su gozo porque por fin avanzarán en sus lecturas o sus nuevos tiktoks porque ya se saben una coreografía más. Me impacta tanto como que prefiero no pensarlo. Imagino a esa gente guardadita en su casa, cuidando no contagiarse, mientras el mundo, de abajo, sigue como si nada. Y si se trata de elegir, dentro de lo no elegible, yo prefiero seguir porque no hay de otra. Eso sí, a veces entro a leer los pasatiempos de la gente rica de las redes, asustada y aburrida en sus celulares, no me río, no me dan gracia, solo me sorprenden, eso debió sentirse cuando una miraba telenovelas, aunque de la única que me acuerdo, quizá porque fue de las pocas que vi, es de Amigos por siempre, un grupo de gente rica que tenían su mansión donde lloraban, bailaban y cantaban.

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