No sé qué pasa, pero en estos días he escuchado en boca de mujeres la idea de que «son resultado de dos mundos». Lo más común es referirse de esta forma al colonialismo, y eso, simplemente es racismo. No sé ustedas, cada quien sabrá su historia, pero al menos yo no soy el resultado de ninguna fusión de dos mundos, soy resultado del saqueo, despojo y violaciones que hicieron hombres blancos y racializados sobre mis ancestras, así que soy resultado de las rebeldías de las mujeres, de su historia previa a la opresión y de su historia de resistencia, en donde sobra hacer la acotación, resistir y rebelarse es creación y vida.
También he escuchado decir que «somos resultado de dos mundos» cuando les cuento de las ginosociedades y alguna que otra me dice que finalmente los hombres dominaron a las mujeres, así que innegablemente somos resultado del violador y las mujeres sometidas, lo que significa, para ellas, que también somos patriarcales por ser hijas del papá, y nos toca seguir esa historia mixta. Yo no sé ustedas, pero yo soy hija de mi madre, quien es hija de su abuela, abuela que es hija de su (mi) madre a la vez.
También me han dicho que «somos resultado de dos mundos» para afirmar que somos consecuencia del feminismo de mujeres blancas y nuestras ancestras. Yo no sé ustedas, pero todo lo que leí en los textos de mujeres blancas ya lo había aprendido de las mujeres que me criaron, mujeres morenas y quemadas bajo el sol de tanto trabajar, ahora, que no lo hubieran plasmado en un texto académico redactado en inglés, es evidente.
En estos días comienzo a sospechar, disculpen si no me había dado cuenta, que la idea de mestizaje no es simplemente la base del racismo sino del mismo patriarcado.
Por mi parte, yo no sé quiénes serán ustedas, cada quien hablará desde su historia , pero yo soy resultado de las mujeres, de mis ancestras, de su historia y de nadie más.
