Esta maquinaria llamada patriarcado funciona exterminando y explotando mujeres. La máquina tiene como motor la heterosexualidad. La heterosexualidad dispone: Los hombres aman a otros hombres y es un gozo. Las mujeres deben amar a los hombres y es servidumbre (trabajar para ellos sin descanso a costa de su propia dignidad).
Los hombres que aman hombres cumplen con lo señalado y lo gozan: cualquier grupo de hombres, el congreso de la unión, la banca, también desfiles lgbt, vestidos para hombres, cirugías para ellos y transfemeninos. Las mujeres que aman a las mujeres se rebelan y son castigadas: «violaciones correctivas», precarización y violencia constante.
Todo el tiempo, sin embargo, las mujeres se rebelan. Incluso las que creen de sí mismas que son heterosexuales: Hablan fuerte, desobedecen, estudian, se divorcian, dejan novios. Es posible alesbianarse en razón de que es posible rebelarse. Ninguna mujer nació para heterosexual. Ninguna disfruta estar con un hombre, pero aprendió a fingir. Los hombres saben que las mujeres se rebelan, así que se disfrazan de ellas, «mira, soy una como tú», las más incautas caen, pero las más leales a sí mismas, no. Los enemigos son ellos, el patriarcado no es un ente, es una maquinaria bien clara en donde los hombres violan, explotan y exterminan mujeres. Pero saber esto no es para deprimirnos, es para planear en qué parte de la máquina nosotras podemos detenerla, descomponerla, hacer una rebelión.
-> Es mi interpretación-resumencito de este texto de Karina Vergara Sánchez: http://www.la-critica.org/sin-heterosexualidad-obligatoria…/
Recomiendo 100%
Texto básico, de cajón, para entender el patriarcado.
Léanlo, les va a gustar.