La estrella solar somos nosotras

La causa que genera nuestras críticas tiene que ser motivo de denuncia y combate, pero no puede ser convertido en nuestro centro porque entonces una pierde el rumbo. Por ejemplo, criticamos el feminismo liberal y posmoderno, aliadas del patriarcado, lo suficiente como para alertar que es una trampa, pero no dedicamos cada respiro ahí porque perderíamos tiempo valioso que podemos dedicar a resistir-crear entre nosotras. Por ejemplo, dedicamos tiempo a criticar la heterosexualidad obligatoria para quedar claras en que los hombres (todos, todos) son los opresores, y por tanto hay que combatirlos, pero no nos desbordamos en cada paso que ellos dan porque esto nos vuelve a sumir en la heterosexualidad, sujetas a sus deseos y tiempos. Por ejemplo, criticamos lo que hacen las otras cuya misoginia es constante, pero no nos hundimos en lo que hacen o dejan de hacer porque eso sería supeditar nuestra imaginación, creación, tiempo, a lo que un puñado dispone. Por ejemplo, hablamos de las violencias que vivimos por parte de hombres en el sistema patriarcal, pero centramos nuestra fuerza en las amoras de la vida, en los sueños que tenemos, en el aliento que nos falta. Ese eslogan que dice: ponerte a ti por encima de todo, significaría aquí, ponernos a las mujeres, a ti misma, tu cuerpa, nuestra cuerpa, nuestra historia, a las amoras, por encima de todo, desde la lucha contra el sistema patriarcal porque por ahora no podemos vivir de otra manera. Si creyéramos que todo se resuelve con una «buena actitud», «pensar positivo», «decretar que el patriarcado acabó», nos volveríamos omisas a la estructura patriarcal, justo como quería el neoliberalismo, así que nosotras no ignoramos los sistemas que nos oprimen, al mismo tiempo que andamos resistiendo-viviendo centrándonos en nuestra historia ginocéntrica, ¿saben por qué podemos hacerlo todo al mismo tiempo? porque combatir-resistir-crear-vivir es el mismo proceso para las mujeres que pisamos estas tierras, tal como sentir-pensar es lo mismo –y no procesos separados como insiste el eurocentrismo–, para nosotras, combatir-resistir-crear-vivir viene todo junto con pegado. Por eso, aunque a veces el ritmo del mundo nos obliga a olvidar que podemos hacerlo todo al mismo tiempo, hay que volver sobre nuestros pasos, sobre la historia recorrida de nuestras ancestras, sobre nosotras mismas.

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