Soy parte de un tiempo y un camino que he recorrido a lado de compañeras
maravillosas, el cual precedieron tantas más. Ante mis ojos he visto
alesbianarse a cantidad de mujeres. Primero llegan con la negación e
inquietud, hablan de novios o esposos, pero pasa el tiempo, hacen su
trabajo de revisarse, comienzan a imaginarse siendo libres y a los pocos
meses o años, ya han abandonado relaciones eróticas y amorosas con
hombres, se dan besos con sus amoras y siguen revisándose el patriarcado
heredado. Para mí no solo no es posible alesbianarse, si no un paso
irremediable del amor a una misma. Podrán decir lo que quieran las que
tratan de no pronunciar la palabra lesbiana, lo que sabemos es que la
verdad sí alesbianamos por contagio y no pensamos parar. Mejor vengan,
es muy hermoso, la invitación sí es para ustedas también.
