Si pudiera definir la amorcita entre mujeres para mí, diría que es como un tecito o cualquier bebida tibia que una toma por la mañana, el pecho se calienta al instante. También sería el verde de los árboles y los atardeceres frescos con ese tipo de sol que acurruca sin quemar. Y sería mi cara roja de vergüenza por ser, contar, demostrar quién soy, sin disfraces, discursos, condimentos. Si pudiera definir la amorcita entre mujeres para mí, sería viento y frío con la promesa de un chocolate caliente que al final sí llega, con un pancito, con una cobijita. Serían los silencios y espacios que cada una habita, tan inexplicables para las que nos acompañan, pero irrenunciables para ninguna. Si pudiera definir la amorcita entre mujeres para mí, sería un canto desafinado a cualquier hora del día y un teamo dicho sin ton ni son, como quien adorna un papel con estrellitas pintadas al azar, sin orden, con travesura, con tranquilidad.
