El gran cuento es el patriarcado. Dentro del gran cuento hay mucha gente con enmarañadas explicaciones de las reglas del cuento, o sea, de las reglas del patriarcado. Como si se tratara de una serie de televisión y de su fandom que debate cada personaje por temporada, es decir, la serie de televisión es el patriarcado y los debates sobre los personajes son lo que llamamos ciencia, filosofía y teoría.
He escuchado conferencias, clases, leído libros de mujeres muy doctas y especializadas en las reglas del patriarcado. Te enseñan, por ejemplo, a «establecer acuerdos» para vivir con tu «pareja» hombre. Te enseñan que la penetración es «esencial» en tu sexualidad porque según sus fuentes hay quince puntos erógenos en nuestra vagina que legitiman que un señor te penetre, de acuerdo a su ciencia patriarcal, la cual se descarta con una conversación sincera entre nosotras en que cualquier mujer lo sabe: un hombre no le hace nada a nivel de placer a tu cuerpa, solo nos daña.
Ellas, las muy doctas, nos muestran sus estudios, sus investigaciones, y nos vigilan, incluso a veces sin saberlo porque su marco es el gran cuento, o sea, viven en la serie de televisión y se creen que esa es su realidad toda, así que vigilan que las mujeres no se cuestionen que la heterosexualidad es obligatoria, por eso nos dicen que una nace o nace, que hay «orientación» y que es destino, aunque a veces, se las dan de críticas, «una puede experimentar», pero al final: «una es lo que es».
Lo mismo pasa con las explicaciones extensas de las reglas del patriarcado dentro de lo que se conoce como «estudios de género», ahí nos brindan larguísimas disertaciones de cómo existen «identidades de género» y de cómo estas se pueden «elegir», nos enseñan cómo un hombre con vestido «irrumpe» y «dinamita» la normalidad porque te saca de tus esquemas. De nueva cuenta, se trata de su explicación de los personajes del cuento, es el fandom que trata de averiguar qué quería decir un personaje de la serie cuando dijo esta frase y no otra en aquel capítulo, es el fandom hablando de cómo si ingresa, en esta temporada, un hombre con vestido, los demás personajes se sacan de onda por unos momentos, a eso le llaman «irrupción» o «dinamitar».
Pero nosotras, las feministas lesbofeministas, podemos percibir, analizar, estudiar y denunciar el cuento, el cuento es el patriarcado, no es nuestra realidad, nada más que para hacer su cuento, para sostener su orden, todo el tiempo explotan, oprimen y exterminan mujeres. Pero nosotras no queremos tener debates de la siguiente temporada de la serie de televisión, ni hablar como fanáticas de las reglas adentro del patriarcado, lo que no queremos es ser parte de esa historia, no queremos nuevas reglas, queremos escapar del cuento que es en realidad una pesadilla, por eso lo analizamos, decimos: eso no somos nosotras, vemos que esos debates enmarañados y académicos solo discuten personajes del cuento, no denuncian el cuento, no denuncian la estructura, no quieren que esto acabe.
Esa es la explicación de cómo aunque parece que muchas hablamos de lo mismo, sí importa y mucho, si quieres permanecer discutiendo disertaciones de un personaje o si aspiras con otras a que esto termine ya.