Sabernos hacer amigas

¿Cómo comenzar a abandonar la heterosexualidad obligatoria? Primero desmantelando qué es lo que aún te ata a la idea patriarcal de que te gustan ellos. Si analizas una por una la atadura, no hay manera de sostenerla. Te gusta lo que pueden hacer y a ti te fue prohibido: fuiste adoctrinada para erotizar su dominio sobre ti. ¿Luego de cuestionarlo sigue como siguiente paso: conseguir novia? Ehm, no, luego sigue saber hacer amigas, saberse amada y poder amar a otras, con todas las desaveniencias y conflictos que son inherentes a la convivencia y a irnos desterrando la misoginia, pero también con toda la magia. Entonces, a la par, es inevitable que con alguna compañera decidan compartirse en el plano erótico, pero sigue siendo una amiga, es una mujer como tú, con sus ideas, sus sueños, su autonomía, no es la idea cosificante de novia o pareja, es otra amiga, con quien además te compartes en besos y sexo delicioso. Cada tiempo miro con curiosidad la incapacidad que tenemos de hacer amigas. El impedimento más fácil es no poder confiar en la otra porque hay hombres a los que les brindas tu «verdadero» cariño mientras para que las mujeres queda poco. Por otro lado, el impedimento más común en los círculos cercanos es que no estamos acostumbradas a sentirnos cómodas con la sensación de bienestar y enamoramiento con otras, y a fuerza, queremos transformarlo en relación sexual. No es que no podamos, es que si tu vida feminista se resume a las ex novias que has tenido y a las que te falta por conocer, es que aún no hemos entrado a la práctica lesbofeminista, yo pienso que nuestro reto más grande, colectivamente, es sabernos hacer amigas, convivir con la sensación tan potente de estar enamoradas entre todas y potencializarla en lo que vaya a ser, sin ninguna presión patriarcal de traducirlo en lo que siempre hemos conocido.

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