De las cosas que más amo de esta sucia ciudad es el clima de frío con lluvia, en sus agostos y septiembres. Sobre todo ahora que no debo salir ni permanecer en el transporte público; antes no amaba tanto esto, la verdad, porque el metro se queda estancado y una ahí, en medio de centenas de mujeres abochornadas con tres cucharadas de oxígeno.
Ahora este clima me hace locamente feliz, es lo mejor, además hay árboles afuera de casa. Todo bien en este pedacito de mundo. Espero que ustedas estén bien también.