No hay práctica sin teoría

Continuamente las liberales y posmodernas con cierta comodidad económica no encuentran relación entre la teoría y la práctica feminista: «Leer no ayuda a otras mujeres», «sus PDF no sirven».

Esto es así porque desvinculan la vivencia de las mujeres de la teoría, es una herencia del sistema patiarcal hacerlo, a las mujeres escolarizadas en niveles universitarios se les enseñó que la teoría es una cosa y la práctica otra, por eso son más más proclives a afirmar que no hay relación, aunque no todas lo hacen, porque además se requiere tener un colchón económico para no mirar lo que sucede alrededor.

Pero las lesbofeministas sabemos que cuando hablamos de teoría radical lesbofeminista hablamos de nosotras, de nuestras madres, de nuestras hijas, de nuestras hermanas, de nuestras amigas, de las vecinas, de las desconocidas que viven en nuestros barrios, edificios y nuestras vecindades.

Las lesbofeministas sabemos que la práctica feminista es teoría radical y que hay vinculación directa entre ayudar a una mujer a salir de una relación de violencia y dejar de sustentar teóricamente que los hombres son mujeres o que por ponerse un vestido viven la explotación que vivimos nosotras.

Las lesbofeministas sabemos que las ideas que se difunden en la televisión e internet, en la academia y los museos, en los gobiernos e institutos, son de la teoría posmoderna que afirma que rentar tu útero es una «elección» o que prostituirse es «cualquier trabajo».

Las lesbofeministas sabemos que atacar esa ideología es fundamental para seguir vivas. Si no la atacamos, nos encontraremos diciendo a nuestras amigas cuando nos avisan que piensan en prostituirse o vender sus óvulos que son «libres», cuando lo que estamos haciendo es pedirnos un grito de ayuda entre todas.

Si no entendemos la vinculación, le damos la espalda a las mujeres que amamos y que bien sabemos soñaba con un oficio o profesión desde niña y no con ser violada, como ahora le han hecho creer y nos han hecho creer a todas.

Las lesbofeministas sabemos que si permitimos que los hombres con ropa femenina se digan sujetos del feminismo, ni siquiera se podrá hacer una denuncia legal porque habremos sido reducidas a órganos a la renta y venta de los hombres.

Las lesbofeministas sabemos que la teoría radical no se hace en la academia y que no es un debate estéril como han hecho los hombres, por eso no leemos ni a uno, sabemos que su teoría masculina es ideología dominante y explotación.

En resumen la teoría feminista radical lesbofeminista es vida, eso es lo que no entienden las heterofeministas neoliberales, no entienden que los feminicidios, las violaciones, los abusos, el miedo y nuestras nulas respuestas porque esto nos rebasa, están fuertemente vinculadas con la teoría que ellas respaldan en sus universidades y organizaciones financiadas.

Por eso van a seguir diciendo que leer PDFs de las lesbofeministas y radicales-no heterosexuales no sirven, porque no se han dado cuenta de la repercusión que tiene respaldar las ideas del patriarcado, aún no vinculan que si tenemos miedo o nos están asesinando, es porque estamos inmovilizadas por ese pensamiento patriarcal que ellas difunden del «eligió quedarse con su agresor», «los hombres pueden ser mujeres» y y «prostituirse es una elección». No es su culpa, no, el sistema de los hombres es más grande que ellas, pero sí hay que decir que obedecen al patriarcado y ahí hay una repercusión para todas que vamos a seguir hablando, ya sea porque no saben para quién trabajan o ya sea porque bien lo saben y nadan en misoginia y claro, dinero de los hombres que reciben a cambio.

Las liberales y posmodernas (involuntarias y no financiadas, las que lo son por inercia) no se han dado cuenta que la teoría feminista lesbofeminista y radical-no heterosexual es un tanque de oxígeno para todas, es vivencia y es práctica cotidiana. Ellas aún creen que teoría es un adorno que acomodan en sus salas para medirse sobre otras mujeres y por eso no sirve.

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